viernes, 12 de febrero de 2016

Traduciendo sin piedad IV: Alifukas para el aperitivo

En 1912 se publicó El mundo perdido, la novela que impulsó definitivamente la literatura de dinosaurios. Ese mismo año se proclama la República en China, país del que proceden los descubrimientos paleontológicos más interesantes de los últimos años en relación con los “lagartos terribles”, en particular los restos de plumas. En esta entrada vamos a tratar de la recepción en China de los primeros clásicos de la paleoficción, que tuvo lugar en esta época.

Ya hemos hablado aquí de Viaje al centro de la Tierra (1864) y sus primeras traducciones al español (1867) e inglés (1871). La versión china se debe nada menos que a鲁迅 (Lu Xun, 1881-1936), considerado el padre de la literatura moderna en China, que también tradujo otras obras de Verne y clásicos de rusos como Gogol.

Los dos primeros capítulos de 地底旅行 [Didi lüxing] (Viaje al centro de la Tierra) aparecieron en la revista mensual浙江潮 [Zhejiang Chao] en diciembre de 1903, y se recopiló en volumen en 1906. La adaptación –como él mismo la llama- de Lu Xun toma como referencia la traducción (del ruso) al japonés Hakuan Kyôki: Chitei Ryokô (1885) de Miki Teiichi (1861-1933) y Takasu Jisuke (1859-1909).

Portada de Zhejiang Chao

Lu Xun comienza, como algunos traductores ingleses, por rebautizar a los personajes: Lidenbrock es Lieman, Axel se llama Yalishi y Graüben es Luoyang. Pero, seguramente en pos de lograr un mayor exotismo, acaba por transformar los nombres de las unidades de medida (mili por mile –milla-, fude por foot -pie- o saixun por fathom –braza-) e incluso frutos como las “aceitunas” (alifuka por olives) o los “higos” (forer por figs).

El traductor sigue la estructura narrativa de la versión nipona (p.ej.: narra en 3ª persona frente a la 1ª persona de Verne) y sus prejuicios, como que la sed insaciable de conocimiento occidental lleva a los europeos a “luchar contra el cielo”. Esta xenofobia lleva aparejado cierto grado de admiración que tiene por contrapartida la crítica a la falta de espíritu combativo de sus conciudadanos que refleja el comentario que pone en boca de Lindenbrock: "Usted es un cobarde como éstos miserables aduladores estudiantes chinos".

Apenas nueve años después de la publicación del volumen con la traducción de Lu Xun, las librerías chinas colgaron en sus estanterías otro libro con el sugerente título 洪荒鳥獸記 [Honghuang niaoshou ji], que podríamos traducir por Criaturas de la Prehistoria, y que no es sino la primera versión china de El mundo perdido.

Gracias a la fama de Arthur Conan Doyle en China, su versión en mandarín vio la luz sólo tres años después de publicarse el original. La traductora, Li Weixiang, dispuso de dos volúmenes, por lo que no tenía necesidad de abreviar, y las omisiones se producen sólo a nivel de frase, siendo causadas posiblemente ​​por la incomprensión, ya sea de la situación o de las propias palabras. Su diccionario parece mostrar sólo los primeros significados de las palabras, de modo que las acepciones secundarias son a menudo mal interpretadas.

El término "dinosaurio” no había encontrado un equivalente en chino, y se traduce como 妖魔[yaomo] (monstruo). La traductora no consigue descifrar "monoplano" y, simplemente, decide omitirlo.

Pero también introduce en la acción algunos añadidos de su propia cosecha:
  • Cuando los exploradores consiguen llegar a la meseta por medio de un árbol, en el original lo celebran dándole la mano a Challenger "sin una palabra", mientras en la versión china Challenger "dio tres vivas, y todos nos unimos en una sola voluntad: las colinas y valles resonaban" (p.87).
  • Cuando sus traidores sirvientes mestizos destruyen el puente, la traductora se siente en la necesidad de añadir para dar más dramatismo: "Pensé en la algarabía de Londres, el amor de Gladys, y todo ello fue demasiado para mí: estuve a punto de echarme a llorar" (p.92).
  • Cuando Roxton cuenta cómo liberó a algunos indios del Amazonas de la esclavitud a manos de "un puñado de mestizos villanos" (p.63), los estereotipos raciales chinos salen a la luz, y a la par que se tilda a los mestizos españoles de malvados, crueles y codiciosos, los indígenas no salen mucho mejor parados y se nos dice que son “tontos” e “incapaces de gobernarse por sí mismos” (p.54).
  • En cuanto a la óptica de género, se muestra una actitud mucho más avanzada, introduciendo en la reunión pública de la Sociedad Zoológica de Londres "innumerables estudiantes de sexo femenino" que no estaban allí originalmente (p.35).
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Bibliografía:
  • Pollard, David E. (Ed.) (1984) Translation and creation. Readings of western literature in early modern China, 1840-1918.
  • Truchon, Lillian (2007) Les premières traductions chinoises des romans de Jules Verne et l'idee d'évolution socio-politique. 
  • Zheng, Yiting Ethan (2008) Selling modernity: a study of all-story monthly (yueyue xiaoshuo 月月小说) in the late Qing context.

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