jueves, 30 de agosto de 2012

Dinosaur Tracks

Theodora Demetriades es una artista que vive en Haddonfield (New Jersey) y que estudió en la Pennsylvania Academy of Fine Arts (Philadelphia). Con una afición desmedida por la pintura, entre sus obras podemos encontrar reinterpretaciones de dibujos infantiles (en concreto de su nieta) a los que busca un significado o una lectura que no tenía la ilustración original. De esta forma, ha realizado la obra de arriba, que tituló "Dinosaur Tracks". Aquí abajo dejo el original de su nieta:

La explicación de Theodora es la siguiente (con una traducción cochambrosa, como de costumbre en esta casa): "Ver un dibujo infantil como una obra de arte es fascinante, sobre todo cuando se trata de un niño de tres años y sus influencias son mínimas. Sólo parecen saber qué quieren dibujar y de alguna manera en su cabeza hay una historia con la que trabajan. Recuerdo que mi nieta dibujaba constantemente chapuzas y de alguna manera esta obra se relaciona con la escultura de dinosaurio que había visto en el centro de la ciudad de Haddonfield. Tenemos el honor de vivir junto al barranco que fue el lugar donde se descubrió el primer esqueleto de dinosaurio en Estados Unidos (Hadrosaurus foulkii)". Acongojante. Ahí dejo otro de sus cuadros, "Dinosaur Morning with Winnie the Pooh":

El dibujo original, se titulaba "Winnie the Pooh and the dinosaur" y también lo realizó la nieta de Theodora:

Si hay algún paleoicnólogo en la sala y quiere arrojar algo de luz sobre el primero de los cuadros, estaremos encantados de oir posibles interpretaciones. Yo, por mi parte, les emplazo a este antiguo post que explicaba lo relajado que puede llegar a ser el concepto de arte.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Las camisetas dinosauromorfas de Lluïsot

Pues al hilo del post publicado en el blog Glossopetrae la semana pasada sobre la historieta de Lluïsot titulada "Peripècies al desert del Gobi", hemos decidido traer algunos de sus diseños para camisetas que de algún modo están relacionados con los dinosaurios. Y es que junto a Belso, Lluïsot ha realizado varias series de camisetas entre las que encontramos algunos diseños con reminiscencias dinosaurianas. Las camisetas corresponden a la serie "Bad Girls" y son las siguientes:



Las camisetas pueden adquirirse aquí. Y para quien no conozca a Lluïsot, copio y pego una referencia biográfica publicada en el blog De todo un poco: Lluïsot nacido en Barcelona en 1962, empieza a publicar en la revista El Jueves. En 1987 ganó el premio Apel les Mestres el cual le abrió las puertas de la ilustración infantil, publicando numerosos libros. En el 2001 le concedieron el premio al mejor ilustrador del año en la feria de Bolonia por el libro Una Temporada en Calcuta (editorial MediaVaca) sobre su experiencia en los centros de Madre Teresa de Calcuta. En 2005 recibe el premio Serra d’Or por el libro Cuentos de Fantasmas. En 2008 premio de cómic Caval Fort. Actualmente combina la ilustración con la publicidad y el diseño gráfico.

Me lo comentó Godzillin. ¡Muchas gracias!

martes, 28 de agosto de 2012

I Don't Believe in Revolution (Saturday Morning Breakfast Cereal)

Una vez más traemos por aquí una tira del webcomic SMBC (Saturday Morning Breakfast Cereal), cuyo autor Zach Weiner (del que ya hablamos por aquí y por aquí) publicó el pasado 14 de agosto.  La viñeta habla de las dificultades que tienen algunos profesores para enseñar Biología en algunos lugares de Estados Unidos. Dejo a continuación la tira traducida (gracias a El Guindilla).

lunes, 27 de agosto de 2012

George Cottier - Dinosaurs

George Cottier es un humorista británico que ha hecho del surrealismo y el absurdo sus señas de identidad. Autor de una quincena de videos (disponibles en su canal de YouTube), un par de libros (descargables en su web) y autoproclamado como "el mejor humorista", Cottier es un provocador nato al que no le importa ser criticado e insultado por sus actuaciones. Como muestra dejo este video titulado "Dinosaurs", a ver que os parece...



Lo envió Godzillin. ¡Muchas gracias!



[Y si, se ha colado, todos sabemos que los pterosaurios y los plesiosaurios no son dinosaurios].

jueves, 23 de agosto de 2012

Urban Fossil en Joensuu

Esta pequeña obra de arte podía verse en las calles de Joensuu (Finlandia) y su autor es Lauri Merisaari.

La foto es de huomasin tarran (niina). Kiitos!!!

miércoles, 22 de agosto de 2012

Trofeo de caza de T-Rex para tu salón

La verdad es que nunca le he visto la gracia a eso de colgar cabezas de animales en el salón de casa, pero me parece que mola más tener este trofeo de caza de tiranosaurio hecho de resina y pintado a mano en lugar del ciervo que cazaste con tus amigotes el verano pasado o el elefante que acribillaste durante tus viajes a África. Hacerte el machote delante de tus coleguitas solo te costará 69,99 dólares en ThinkGeek.

martes, 21 de agosto de 2012

El Planeta de los Dinosaurios (José Luís Sanz)

Jorge cumplía doce años ese día. Su madre, que trabajaba en el Ayuntamiento de Fuentes, le había contado la importancia de los fósiles hallados en Lo Hueco, a pocos kilómetros de su pueblo. En realidad, había visitado la excavación varias veces, pero ahora los paleontólogos se habían ido y las obras del AVE estaban acabadas. A Jorge le apasionaban los dinosaurios. Soñaba con encontrar enormes huesos fósiles que él mismo pudiera estudiar.

Ilustración de Noelia del Pozo López

De manera que decidió montar en su bicicleta y explorar el yacimiento. La zona de Lo Hueco tenía un aspecto muy diferente del que recordaba. Apoyó la bicicleta contra una gran piedra y, con manifiesta impaciencia, comenzó a revisar la superficie de los sedimentos que contenían los fósiles. Multitud de puntos brillantes atraían su atención, pero sabía que eran cristales de yeso, no fósiles. Por fin vio un objeto inequívoco, un enorme fémur de titanosaurio, los grandes "cuellilargos" del Cretácico Superior. Mientras se deleitaba con su hallazgo Jorge escuchó un suave zumbido. Levantó la cabeza y se quedó impresionado por la presencia de una nave suspendida en el aire, justo encima de él.

Ilustración de Manuel Orenes Valladolid

Un destello verde intenso procedente de la nave iluminó el fósil. Entonces, algo imposible ocurrió. El fémur del dinosaurio pareció adquirir el aspecto que tendría en vida del animal. Se añadieron músculos, tendones y vasos sanguíneos. A continuación, se reconstruyó la totalidad del animal cubriéndose finalmente con una piel rugosa, dotada de preciosos tonos verdes. El enorme dinosaurio se levantó del suelo y dando un par de pasos, elevó su cabeza y profirió un formidable rugido. Jorge contemplaba incrédulo al animal cuando sintió que alguien le hablaba dentro de su cabeza. "No te alarmes, lo que estás viendo es una reconstrucción holográfica tridimensional de la anatomía, apariencia y patrones de comportamiento de un titanosaurio. Hemos realizado un escaneado completo del subsuelo de la zona y nuestros programas informáticos han reconstruido todos los organismos cretácicos que conservan fósiles en los sedimentos".

- "¿Quienes sois?", pensó (preguntó) Jorge.

- "Somos una civilización de científicos de otro planeta. Llevamos mil años estudiando el universo y formamos una gran confederación de planetas. Cada uno de ellos está dedicado a una ciencia. Nuestro grupo procede del Planeta de la Paleontología. Conocemos la historia de la vida de miles de mundos, incluido el tuyo".

- "Quiero ser paleontólogo" pensó Jorge.

- "Entonces lucha por ello. Tu profesión llenará tu vida y le dará pleno sentido" le contestó el habitante del Planeta de la Paleontología.

JOSÉ LUÍS SANZ



Cuento extraído del libro "Tierra de Dinosaurios" editado en 2009 por la Diputación Provincial de Cuenca y del que ya se habló por aquí.


Entrada compartida con El cuaderno de Godzillin.

lunes, 20 de agosto de 2012

Alternate History


Una vez más traemos un par de fotomontajes de la web Worth 1000 dedicados a mostrar una "historia alternativa". ¿Qué hubiera pasado si el meteorito no hubiese petado la Tierra a finales del Cretácico?

jueves, 16 de agosto de 2012

No me toques la cola que me conozco

Creo que si vas a una fiesta con estas colas reptiloides te haría gracia que te tocasen la cola una vez, dos veces, cuatro... Pero supongo que tienes que acabar un poco harto si tu apéndice postizo es manoseado por casi la totalidad del sarao.

Según Kigu, la marca que comercializa estas colas, hay un modelo de lagarto (la primera imagen) y otro modelo de dinosaurio (las dos últimas). Ambos cuestan 35 libras esterlinas.

Me lo envió Magnetosopelane. Gracias tronquete.

martes, 14 de agosto de 2012

Buenas noches (Francisco Ortega)

Esta noche estoy preparado. Mi padre me ha traído a la cama, me ha arropado como todos los días y al calor de las mantas estoy empezando a quedarme dormido. Pero no debo hacerlo todavía, tengo cosas que hacer... y hoy no puede volver a pillarme desprevenido. Llevo mucho tiempo planeandolo.

Me pongo mi gorra y el pijama de camuflaje (creo que fue una buena idea pegarle estas hojas secas que recogí en el patio,  aunque piquen un poco). Tengo también la lanza que hice con el palo de la escoba, el cordón de las zapatillas de gimnasia y mi perro de peluche (hace ya tiempo que perdió un ojo, pero aún es capaz de seguir un rastro). Llevaré mi mantita, necesito algo que echárle sobre la cabeza para evitar ver el brillo frio de sus ojos. Su aliento fétido es insoportable, pero si soy rápido, no habrá problemas.

Si consiguiese atraparlo... me encantaría ver la cara de Berta. -Esos bichos no existen ¡y mucho menos con lunares morados!-, les decía ayer a todos en la escuela ¡Qué sabrá ella!. Si estuviese aquí estaría muerta de miedo, lloriqueando como siempre que se asusta.

No estoy muy seguro de que vamos a hacer con el, pero no importa. Científicos de todo el mundo vendrán a verle y espero que ellos tengan alguna idea. Supongo que necesitará muchísima comida..., y no creo que sirva la del gato. ¿Habrá que sacarlo a pasear todos los días como al perro de la vecina?

Tendremos también que pensar en un sitio donde instalarlo, es demasiado grande y a mamá no le gusta que le revuelvan la casa. A lo mejor podemos prepararle un sitio en el pueblo. Seguro que a la alcaldesa le encanta la idea... y supongo que los vecinos estarán orgullosos de tener un animal tan extraordinario viviendo en el parque.

Ilustración de Adrián del Pozo López

Llegó el momento. Estoy preparado. Me muevo sin hacer ruido. He ensayado esto cientos de veces. Poco a poco alcanzo la puerta del armario. Giro la manecilla con cuidado, lentamente.

-¡Dios mío!, es enorme-. Está de espaldas, muy cerca de la cesta de calcetines. Veo su cola amenazante moviéndose detrás de las mangas del abrigo. La cabeza debe estar por encima de la pila de jerseys.

Un animal así no puede seguir suelto. Tengo que atraparlo antes de que se dé cuenta de que estoy aquí, se gire y consiga desarmarme con su feroz mirada.

Me acerco sigiloso, levanto la manta y se la echo por encima. ¡Cuidado!, se revuelve. No puedo dejar que me alcance con sus garras, que me golpee con su enorme cola y mucho menos que me dé un mordisco con esos dientes enormes.
-¡Ya te tengo!, ¡te pillé! -.

La lucha ha terminado. Está debajo de la manta, creo que ya no se mueve... y puedo abrazarlo.

-¡Buena pelea!, ¿eh, amigo? Esperaba más resistencia por tu parte, pero creo que te estás haciendo viejo-.

Mamá grita desde la cocina: -¡Quieres dejar de hacer ruido y dormirte ya!, mañana tienes que levantarte temprano y todos los días tenemos la misma historia-.

Lentamente lo acomodo entre mis brazos. -Lo hemos pasado bien, ¿eh? Me encanta jugar a los cazadores de dragones contigo, pero es cierto... ya es tarde.

Buenas noches, dinosaurio.

FRANCISCO ORTEGA


Cuento extraído del libro "Tierra de Dinosaurios" editado en 2009 por la Diputación Provincial de Cuenca y del que ya se habló por aquí.


Entrada compartida con El cuaderno de Godzillin.

jueves, 9 de agosto de 2012

My religion has casual fridays (Antics)

Antics es un comic bisemanal (lunes y viernes) que cuenta las aventuras y desventuras de Fletcher (un tipo con una corbata verde) y Copernicus (que lleva una corbata roja). Precisamente el autor de las tiras firma con el sobrenombre de Fletcher, aunque su nombre real es Stephen Gillan y vive en Dunedin (Nueva Zelanda). Hoy traemos a Koprolitos una historia de reencarnación y tiranosaurios publicada en octubre de 2009. Ahí dejo una traducción espeluznante para quien la necesite.

- ¡Mira mis ropas! Por cierto, ahora soy un monje budista.
- Pero tú siempre dices que la religión es para los falsos.

- Oh, yo no creo nada de esto, solo estoy en ella por la reencarnación.
- Mira, los budistas son como los renacuajos.

- Pronto me encerraré en un capullo gigante hecho de piel ...

- Emergiendo semanas más tarde como un hermoso tiranosaurio alado.

- Estoy muy seguro de que la reencarnación no acaba de funcionar de esa manera.
- Por favor, se más tolerante con mis creencias religiosas.

- Raaaaaarr.

martes, 7 de agosto de 2012

El dinosaurio de mi abuelo (Sonia Martínez Bueno)

Mi hermano y yo tenemos suerte. Nuestro abuelo es especial. Es tan especial que fuma en pipa. En el pueblo es el único que lo hace. Y tiene un dinosaurio escondido en su carpintería.

Hoy, en el cole, la seño nos ha explicado que los dinosaurios desaparecieron de la tierra hace millones y millones de años y que los hombres nunca vivieron entre ellos. ¡Pobre seño! La verdad es que sabe un montón de cosas, pero de dinosaurios no tiene ni idea. No, ni idea. ¡Que pena!

Nosotros, al principio, tampoco lo podíamos creer. Todo comenzó una noche. Papá nos acababa de contar un cuento sobre Dinosaurio Belisario. Cuando apagó la luz, Peque y yo nos pusimos a hablar. Peque es mi hermano. Siempre hacemos lo mismo: hablar con la luz apagada y jugar hasta que mamá
llega enfadada y nos dice que al día siguiente tendremos mucho sueño y no nos querremos levantar y nos dormiremos en el cole... Mamá es buena, pero repite las mismas cosas todos-Ios días, ¿por qué lo hará?

Aquella noche, cuando ya estábamos casi dormidos, sucedió: la puerta de nuestra habitación se abrió lentamente, muy despacito... Peque y yo íbamos a gritar del susto pero no nos dio tiempo: ¡allí estaba! Primero vimos su cabeza grande y fea y luego todo el cuerpo y sus patas-garras. No era tan gigantesco
como los que salen en las pelis americanas, pero mi papá dice que los de Estados Unidos lo exageran todo. ¡No sé! A lo mejor lo hacen porque son muy pequeñitos y les gustan las cosas enormes.

Ilustración de Nerea Martínez Atienza

Teníamos miedo, aunque Peque y yo somos muy valientes. Además, como estábamos dentro de nuestras camas-fortalezas sabíamos que no nos iba a poder comer. Dio un paso... y luego otro... y otro más. ¡Estaba en el centro de la habitación! Y no, no tenía pinta de ser muy fiero. Entonces nos preguntó si le podíamos leer un cuento. Peque y yo nos miramos sin saber qué hacer. Cogí mi linterna, una que tengo guardada en un cajón y que es especial para leer cuentos por la noche. No queríamos dar la luz de la habitación o mamá vendría a explicarnos otra vez lo mismo. Sin hacer preguntas, le leí el cuento. Creo que le gustó, porque nos dio las gracias y se marchó despacito, sin hacer ruido. Por lo menos era educado.

Cuando estuvimos seguros de que ya no nos oía, Peque y yo nos pusimos a dar saltos de alegría, pero saltos pequeños y sin armar alboroto. Ya sabéis, por mi madre. No podíamos creer lo que habíamos visto ¡pero era cierto! ¡No era un sueño! ¡Era un dinosaurio!

A la mañana siguiente, cuando bajamos a desayunar, se lo contamos a nuestros padres y a nuestros abuelos. Me parece que no nos hicieron mucho caso, pero no es de extrañar, porque a veces, sólo a veces, nos inventamos historias. Como era sábado, no teníamos cale y el abuelo nos pidió que le ayudáramos en su carpintería. Allí abajo tiene un montón de trastos. Pero aquella mañana no nos dejó tocar ninguno: sólo nos enseñó un agujero en la pared. Cuando le preguntamos qué era y para qué servía, nos miró fijamente y nos explicó que aquella era la guarida del dinosaurio. Él sí nos había creído porque también lo había visto. Le daba de comer y lo cuidaba. En realidad, vivía allí, en su carpintería. Pero durante el día permanecía escondido, para no causar problemas. Nosotros sabíamos que era para que los científicos no lo estudiaran en sus laboratorios.

A partir de ese momento, Dinosaurio nos visitaba casi todas las noches. Sólo dejó de venir cuando los abuelos estaban de vacaciones. A lo mejor se iba con ellos. Siempre nos pedía que le leyéramos un cuento: una noche yo y otra mi hermano. Peque leyó tanto que aprendió a hacerlo muy bien. Seguro que cuando sea mayor es escritor.

Dinosaurio nos gusta. No hace preguntas extrañas ni nos dice que somos pequeños. Es feliz escuchando nuestros cuentos. ¿Seguirá con nosotros cuando seamos mayores y los abuelitos ya no estén?

SONIA MARTÍNEZ BUENO


Cuento extraído del libro "Tierra de Dinosaurios" editado en 2009 por la Diputación Provincial de Cuenca y del que ya se habló por aquí.


Entrada compartida con El cuaderno de Godzillin.

viernes, 3 de agosto de 2012

Wildebeest (2012)



El estudio londinense de animación Bird Box nos presenta este cortometraje que podría explicar el origen de la mortalidad en masa.

Lo vi aquí.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Kopro-Holidays!!!

Pues si. Llega agosto y con él unas pequeñas vacaciones. Así que aprovechamos para viajar y desconectar un poquito del interneteo. ¿Y qué significa esto? Pues que el ritmo de publicaciones de este vuestro blog disminuirá durante este mes. Algo caerá, pero no os esperéis vuestra ración koprolítica diaria...

¡Nos vemos a la vuelta!



El fotomontaje es de Taylor Hayek y prueba que los reptiles mesozoicos también se iban de vacaciones y surfeaban a tope.

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